Tipos de estrategias empresariales

VICTOR HUGO MANZANILLA

Emprendedor en serie. Cofundador de EGM™. Jefe de la Junta Directiva y ex-CEO de MicroSalt Inc. Ex Procter & Gamble. Certificado en el programa CORE de Negocios en la Universidad de Harvard. Autor del bestseller "Despierta tu Héroe Interior.

Para que una empresa pueda surgir, permanecer y seguir evolucionando debe, en primera instancia, definir sus objetivos a corto, mediano y largo plazo. Seguidamente, diseñar las estrategias necesarias que conducirán al logro de objetivos para que, en última instancia, se ejecuten cada uno de ellos.

Por supuesto, esto requiere de una planificación previa que tome en cuenta todos los escenarios posibles. Por lo general, transcurre un buen tiempo antes de planificar las estrategias hasta llevarlas a cabo. Es ahí cuando entra en juego los tipos de estrategias empresariales.

Los tipos de estrategias empresariales son un conjunto de normas, decisiones y acciones por las que una organización define las maneras en que creará valor. Estos tipos de estrategias ayudan a saber qué hacer y cómo hacerlo de la manera más eficaz posible, a definir las acciones y los recursos necesarios para cumplir con los objetivos planteados.

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Las estrategias de una empresa, independientemente de su tipo, deben cumplir con ciertos patrones, entre los que se destacan:

  • Deben mostrar claramente los medios o formas de lograr los objetivos.
  • Los objetivos deben ser los fines y las estrategias, los medios o formas.
  • Deben fomentar el logro de objetivos con la menor cantidad de recursos posibles.
  • Las metas deben estar delimitadas claras y entendibles para todos.
  • Deben guardar coherencia con los valores, principios y cultura de la empresa.
  • Deben representar un reto para la organización y los empleados.
  • Deben ejecutarse en el menor y más razonable tiempo posible.

Tipos de estrategias empresariales

Dentro de la tipología de estrategias empresariales, destacan tres de manera macro:

  • Estrategias corporativas:

Son las que se diseñan en base al cómo, dónde y cómo serán ejercidos los valores de la empresa en cada una de las actividades a desarrollar. Se establecen a largo plazo y por lo general, marcan la dirección general de la organización.

En las estrategias corporativas se definen los parámetros principales como la visión, la misión, las metas a cumplir y el nicho de mercado a trabajar. El enfoque está siempre en resaltar los valores de la empresa. Es decir, se define quién es la empresa, a quién se va a dirigir y cómo se hará el trabajo.  En las estrategias corporativas no se tiene en cuenta a la competencia, sino que se enfoca totalmente en la empresa.

  • Estrategias competitivas o estrategias de negocio:

Son aquellas en donde se definen las maneras en las que se va a competir en el mercado. Acá, sí se analiza con profundidad a la competencia y en base a ese resultado, se definen las estrategias para diferenciarse y destacar.

En este análisis, las estrategias son vistas como un juego de ajedrez, de acuerdo a cómo se vayan moviendo las piezas de la competencia, se mueven las de nuestra empresa. Las estrategias competitivas se llevan a cabo en la Unidad Estratégica de Negocio y deben responder a la pregunta principal de: ¿cómo competir eficazmente?

Estas estrategias son planificadas a corto plazo y deben estar alineadas con las estrategias corporativas.

  • Estrategias operativas:

Son las que se centran en aprovechar los recursos y habilidades de manera eficaz en cada área operativa de cada unidad de negocio de la empresa. La finalidad es maximizar la productividad de todos los recursos respondiendo a su utilización y aplicación con miras a obtener resultados óptimos.

Las áreas en donde se aplican este tipo de estrategias son las de producción, comercialización, ventas, financiación, recursos humanos, departamentos de tecnologías, de computación, de atención al cliente y de compras.

Las estrategias operativas se planifican a corto plazo y también deben guardar alineación con las estrategias corporativas y las de negocio.

Cualquier organización, sea grande o pequeña, que tenga bien definida sus tipos de estrategias empresariales podrá lograr los objetivos deseados. La clave está en guardar coherencia entre cada una de ellas y delimitar con profundidad los objetivos, los planes de acción y las distintas formas para llevarlas a cabo.

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