¿Has tenido pensamientos del tipo “no soy bueno en esto, mejor no lo haré”, “yo no soy creativo”, o “no sirvo para esto”? Entonces, has tenido creencias limitantes alguna vez en tu vida.
Las creencias limitantes tienen su origen en la negatividad, la mediocridad, el pesimismo y la desilusión. Pero también, son producto directo del miedo a asimilar algo nuevo, probar cosas innovadoras o hacer algo distinto.
Por supuesto, no estás solo. Todos, alguna vez en nuestras vidas, hemos tenido este tipo de ideas, pensamientos y creencias. Incluso, hasta los emprendedores más exitosos han pasado por situaciones similares.
El problema con las creencias limitantes, es que, si no se trabajan a tiempo y de forma eficiente, terminarán por afectarte y no te dejarán aprovechar oportunidades nuevas en tu vida. Hoy quiero explicarte más sobre este tema y otras claves para superar las creencias limitantes y de esta forma, no entorpezcan tu camino al éxito.
¿Qué vamos a ver?
- ¿Qué son las creencias limitantes?
- 5 ejemplos de creencias limitantes
- ¿Cómo superar las creencias limitantes?
- Intenta ser más flexible
- Hazte la idea que logras lo que deseas
- Investiga los orígenes de tus creencias
- Descubrir el origen de tus creencias, te ayudará a enfocarte en trabajar en los aspectos clave para solucionarlas.
- Cuestiona cada una de tus creencias limitantes
- Descubre el lado positivo de esa creencia
- Ejemplos de creencias limitantes sobre la salud
- Ejemplos de creencias limitantes sobre el amor
- Ejemplos de creencias limitantes con el dinero
¿Qué son las creencias limitantes?
Las creencias limitantes son ideas, opiniones o pensamientos que tienen un tono bastante negativo, pero que, aun así, los consideramos como ciertos. Puede que necesariamente no lo sean, pero de igual forma, creemos que son un hecho real.
El mayor problema de las creencias limitantes, es que, si dejamos que avancen, pueden condicionar nuestras vidas y no dejar que aprovechemos oportunidades, luchemos por los sueños ni avanzar en nuestras metas.
Este tipo de creencias suelen aparecer de vez en cuando, en el momento que menos lo esperamos y nos bloquean. También, se refuerzan con el tiempo, nos paralizan y nos llevan a un ciclo constante de pensamientos negativos que nos afectan incluso, a nivel físico.
Comenzamos a experimentar enfermedades, dolores, o una sensación permanente de cansancio, apatía, tristeza y depresión.
Por ende, es necesario que trabajemos en las creencias limitantes si queremos tener éxito en cualquier aspecto de la vida. Recuerda, todo lo que pensamos, se puede hacer realidad, y esto aplica también para las creencias limitantes.
5 ejemplos de creencias limitantes
Existen miles de ejemplos de creencias limitantes. A continuación, revelaré las más frecuentes. Estoy seguro que la mayoría ha rondado tu cabeza en algún momento:
- No puedo hablar en público, no puedo confiar en nadie, no puedo trabajar en lo que me gusta, no puedo aprender a bailar…
- No tengo derecho a ser feliz, no tengo derecho a expresar mis deseos porque los demás se van a molestar, no tengo derecho a quejarme, no tengo derecho a cometer errores…
- No valgo nada, no sirvo para estudiar, no sirvo para cocinar, no sirvo para la creatividad, no sirvo para ser ama de casa…
- Es imposible ser emprendedor, es imposible ser rico, es imposible ser buena persona, es imposible triunfar, es imposible que las empresas quieran lo mejor para sus empleados…
- Soy incapaz de hacer deportes, soy incapaz de comer sano, soy incapaz de cambiar de opinión, soy incapaz de ayudar a otros…
Si damos paso a este tipo de creencias, dominarán nuestras vidas y sembrarán en nosotros, una visión del mundo oscura y llena de pesimismo.
¿Cómo superar las creencias limitantes?
Ciertamente, no existe una fórmula mágica para trabajar y erradicar las creencias limitantes. Más bien, te recomiendo una serie de claves que te harán reflexionar antes de dar paso a este tipo de ideas y así trabajar, para que poco a poco, elimines las creencias limitantes más recurrentes:
Intenta ser más flexible
Evita la rigidez. Mientras más rígidas sean tus creencias, menos adaptables serán al cambio.
Para medir el grado de rigidez de tus creencias, reflexiona sobre el número de conflictos que tienes en tu vida, y el esfuerzo que representa enfrentarlos.
A mayor esfuerzo, mayor rigidez tienes y es ahí en donde debes intentar ser más flexible.
Hazte la idea que logras lo que deseas
Visualiza, fantasea y haz una suposición, en donde te ves a ti mismo logrando cada uno de tus anhelos y disfruta de ese momento hipotético.
Experimenta cada una de las sensaciones de bienestar que esta visualización te genera y disfruta.
La intención es que te familiarices con estas sensaciones positivas y te acostumbres a ellas.
Investiga los orígenes de tus creencias
Cada vez que identifiques una creencia limitante, profundiza sobre su origen. ¿De dónde procede? ¿Por qué sucede? ¿Cuál es su origen?
Es probable que descubras que viene de la infancia, de una experiencia laboral traumática o de algún comentario de un familiar, pareja o amigos.
Por lo general, las creencias limitantes provienen de cosas que experimentamos con padres, familia o figuras de referencia para nosotros.
Descubrir el origen de tus creencias, te ayudará a enfocarte en trabajar en los aspectos clave para solucionarlas.
Cuestiona cada una de tus creencias limitantes
Cuestiónate, averigua si esas creencias negativas son recibidas de otras personas o son tuyas. En caso de que sean originadas por terceras personas, pregúntate ¿Es verdad según quién? ¿Cuál es la autoridad de esa persona en tu vida?
Descubre el lado positivo de esa creencia
Cada una de las circunstancias de nuestras vidas, tiene una parte positiva, un aprendizaje o algo que debemos resolver. En el caso de las creencias limitantes, sucede igual. Investiga: ¿De qué te protege esa creencia? ¿Por cuál podrías sustituirla? ¿Qué te está mostrando esa creencia?
En función de tus respuestas, vas descubriendo el camino que te ayudará a trabajar cada una de tus creencias limitantes.
Ejemplos de creencias limitantes sobre la salud
- Odio el deporte.
- Soy incapaz de perder peso.
- No puedo levantarme temprano.
- Soy negativo porque mi padre también es así.
- Ir al gimnasio es una pérdida de tiempo, eso es para las personas que no tienen nada que hacer.
Ejemplos de creencias limitantes sobre el amor
- Siempre me va mal en el amor, no tengo suerte.
- El amor es para personas débiles y vulnerables.
- Es mejor no amar, eso es para tontos.
- El amor no existe, solo es sufrimiento y mortificación.
- No puedo confiar en la gente ni abrirme al amor.
Ejemplos de creencias limitantes con el dinero
- El dinero escasea en todo el mundo.
- No tengo suerte para atraer el dinero.
- No tengo éxito porque todo es cuestión de suerte.
- No puedes tener dinero si no naces rico.
- El dinero se va rápido porque es solo para gente rica.
Las creencias limitantes nos suceden a todos. Lo verdaderamente importante, trabajar en cada una de ellas de forma proactiva, para obtener el aprendizaje necesario y de esta forma, continuar tu camino al éxito.