Las metas personales funcionan como una brújula, que nos guía en todo momento, y nos indica la dirección que debemos tomar en el camino de nuestras vidas.
De hecho, resultan especialmente útiles en los momentos de incertidumbre, en donde nos desviamos del camino inicial y dudamos de lo que deseamos lograr.
Existen metas a corto, mediano y largo plazo. En este caso, deseo enfocarme en las metas personales a largo plazo, para explicarte algunos aspectos importantes a tener en cuenta a la hora de ejecutarlas y hacerlas realidad.
¿Qué vamos a ver?
¿Qué son las metas personales?
Las metas personales son objetivos que nos planteamos alcanzar de cara al futuro. Para lograrlos, establecemos un plan de acción que nos permita acercarnos cada vez más a estos objetivos.
Dependiendo de la proximidad, su naturaleza y de la persona que las plantea, las metas personales se dividen en:
Metas personales a corto plazo
Son aquellas más próximas a la fecha presente. Para realizarlas, se utiliza un período de tiempo corto y por ello, son las que suelen ejecutarse en primer lugar. Ejemplos: “escribir una canción”, “mejorar los pasos de baile”, “redactar un currículo más eficiente”, etc.
Metas personales a mediano plazo
En este grupo, se encuentran las metas cuya ejecución se ubica en un futuro no muy lejano. Es decir, no implica realizarlas inmediatamente como las de a corto plazo, sino en los próximos meses a venir, por ejemplo. Requieren de un esfuerzo un poco más sostenido e incluyen metas del tipo “pintar mi habitación”, “ganar el torneo local de tenis”, o “aprender a cocinar un estofado”, entre otras.
Metas personales a largo plazo
Son aquellas metas cuya ejecución se encuentra en un futuro, literalmente más lejano. Este tipo de metas representan una mayor relevancia en comparación con las anteriores.
La causa, es que, por lo general, son metas que implican un esfuerzo mucho mayor y en ese sentido, suelen ser más grandes. De hecho, se les considera como metas de realización para una persona.
En este grupo se encuentran metas del tipo “voy a ahorrar en los próximos 5 años para comprar una casa o un automóvil”, “dejar de fumar en el próximo año”, “bajar de peso para mi cumpleaños del próximo año”, etc.
Las metas personales a largo plazo son, en definitiva, las metas que nos ayudarán a tener un mejor futuro y a lograr cosas grandes en la vida. Sin embargo, por su naturaleza a largo plazo, suelen ser vulnerables a abandonarlas en el camino o desistir y cambiarlas por otras.
Para lograr mantener las metas personales a largo plazo, hace falta una planificación eficiente, acompañada de un esfuerzo constante y sostenido, hasta llegar al final de lo que se desea alcanzar.
¿Cómo hacer metas personales a largo plazo?
Para hacer, planificar y ejecutar las metas personales a largo plazo, es recomendable seguir estos pasos:
Visualizar los objetivos
Antes de establecer los objetivos, decide todo lo que deseas lograr. Recuerda que las metas personales a largo plazo, requieren de un gran compromiso y sobre todo mucha disciplina.
Luego, visualiza todos los objetivos, pero asegúrate que los puedas cumplir, que sean realmente importantes y que estén alineados con tus valores.
Establecer prioridades
Asigna una prioridad a los objetivos establecidos en el punto anterior.
Por supuesto, es muy tentador querer abordarlos todos al mismo tiempo, y más, cuando los visualizas y ves que todo es posible.
No obstante, es conveniente establecer prioridades para en función de esto, ir trabajando en cada uno de ellos de forma organizada.
Recuerda que la meta general es lograr todo lo que te planteas, pero esto es posible solo con mucha organización y un buen sistema de prioridades.
Divide las acciones
Las metas personales a largo plazo requieren de mucho trabajo, y de numerosas acciones que te ayudarán a alcanzarlas. Lo mejor, es dividir las acciones en pequeñas, medianas y grandes y, poco a poco, podrás completar los objetivos deseados.
Este efecto “escaloncito”, te permite dividir acciones y tareas de forma eficiente, y finalmente, habrás completado en un período más corto, un gran número de objetivos.
Lleva un registro de todo lo logrado
Conecta tus metas personales a largo plazo con tu trabajo diario.
Por ejemplo, puede que un día, hayas completado una tarea en tu trabajo, pero, dicha tarea, afectará positivamente tu meta a largo plazo.
Entonces, esa pequeña tarea que ese día te acercó más a tu meta final, es un logro que debes registrar en una agenda o en un lugar visible, y luego puedes usarlo como motivación.
Hacer esto, disminuirá el riesgo de establecer objetivos y luego olvidarlos, porque al final del día, semana o mes, siempre habrá una pequeña tarea que te llevará un paso más, hacia tus metas a largo plazo.
Apuesta por la flexibilidad
Todos los días, a cada minuto, hay un nuevo cambio en el mundo, en tu cotidianidad, en tu rutina diaria, etc, y esto, podría afectar tus metas personales a largo plazo.
Por ello, es conveniente que seas flexible y dejes un margen de error en tus objetivos y metas finales.
La intención es eliminar la rigidez y apostar por la flexibilidad, para evitar abandonar tus metas, debido a cualquier cambio en tu vida.
15 ejemplos de metas personales a largo plazo
- Bajar de peso y lograr la apariencia ideal para el próximo cumpleaños.
- Ahorrar para comprar una casa o automóvil.
- Ascender a gerente en la empresa.
- Obtener un título profesional universitario.
- Renovar al 100% el guardarropa.
- Ganar elecciones parlamentarias en los próximos 5 años.
- Iniciar un emprendimiento.
- Vivir en la casa de tus sueños.
- Viajar por el mundo y conocer al menos 5 países.
- Convertirse en un gran maratonista.
- Obtener un título de chef.
- Dejar de fumar de forma definitiva.
- Escribir un libro.
- Aumentar el círculo social de amistades.
- Tener un hijo.
Conocer estos aspectos de las metas personales a largo plazo, te permitirá tener una mejor visión a la hora de establecer las tuyas. Recuerda, mientras tengas más planificación, disciplina y compromiso, mayores serán las posibilidades de cumplir tus metas y sueños.