Existen tres tipos de emprendedores dentro del mundo corporativo. Todos hemos sido algunos de ellos y todos tenemos más características de uno que del otro. Sin embargo, es menester conocer cada uno para determinar cuál tipo eres.
Pero antes de adentrarnos en ese tema, es importante entender la razón por la cual la mayoría de los emprendedores no logra tener éxito. No importa qué tipo de emprendedor seas, si creas un trabajo y no un negocio no despegarás como empresario.
Ver también: ¿Qué significa ser emprendedor? 3 habilidades que necesitas para ser uno
Ese es la razón #1 del por qué la mayoría de los emprendedores fracasan, crean un trabajo, siguen siendo empleados de su propia empresa y no crean un negocio. Es decir, no se convierten en empresarios sino en operarios de su empresa.
¿Qué quiero decir con esto? Cuando eres el operario de tu empresa, el negocio depende de ti, y cuando no estás presente, los procesos no avanzan. Una vez más estás intercambiando tiempo por dinero. Y eso, es un mal negocio.
Si en verdad quieres tener éxito no te debes convertir en un autoempleado ni tampoco en el operario de tu negocio. Probablemente terminarás trabajando muchas más horas de las que trabajabas como empleado, estarás tomando muchos más riesgos e incluso quizás, estarás ganando menos dinero.
Esta premisa se entenderá mejor conociendo los 3 tipos de emprendedores y determinando cuál de ellos eres.
¿Qué vamos a ver?
Los 3 tipos de emprendedores que todo el mundo debe conocer
El artista
Es aquella persona apasionada por su producto o servicio. Su motor es la creación de ese producto o servicio que tanto le entusiasma y en esa creación, es donde enfoca todo su esfuerzo. Busca siempre la excelencia en lo que ofrece, su objetivo es crear.
Tú al igual que yo, somos artistas. No está mal serlo, la única desventaja es que, quien es artista cree que es suficiente ser uno para triunfar en los negocios. Ser artista es bueno, pero no es suficiente.
Un buen ejemplo de este caso es una señora que es empleada de una empresa. Un día decide hacer galletas en su casa porque siempre le ha apasionado la repostería y lleva una muestra de esas galletas a su oficina. Sus compañeros le felicitan porque en efecto, las galletas son muy buenas y la animan a que tenga su propio negocio de repostería. Acto seguido, la señora renuncia a su empleo actual y emprende en solitario.
El vendedor
Su pasión no es el producto, es la venta. De hecho, podría afirmar que el producto no le interesa tanto a diferencia del artista, sino que su pasión es la venta, la transacción, conseguir algo barato y venderlo a un precio mayor y quedarse con la diferencia.
Tiene tendencia a la acción y su objetivo es ganar dinero.
Volviendo al caso de la señora y las galletas, mientras el artista podría pasar horas, una noche entera, haciendo las mejores galletas, el vendedor va a un mayorista, compra una docena a un precio y las vende a otro precio superior para obtener una ganancia sin importarle si las galletas que vende son de una excelente calidad o son promedio.
El líder
Su pasión es planificar, crea los procesos, evita riesgos y su objetivo es que todo esté completamente organizado. Es decir, crea la organización, los equipos, los procesos y procura que todo esté engranado, que encaje perfectamente. Le gusta que el equipo aprenda, se desarrolle, que pueda escalar niveles dentro de la organización.
Aplicando el mismo ejemplo, en esta ocasión la señora no hace las galletas, tampoco va a un mayorista a comprarlas para revenderlas, sino que en su lugar, crea una compañía de repostería con su equipo de reposteros, crea los procesos para su buen funcionamiento y la búsqueda de clientes, se enfoca en que todo esté organizado y que las cosas se hagan bien.
Ya vimos los tres tipos de emprendedores y es hora de determinar cuál de ellos eres. Pero antes ten en cuenta que:
- Ninguno es mejor que otro.
- Todos tenemos un poco de cada uno.
- Todas las características se pueden desarrollar.
¿Cuál es el tipo de emprendedor más importante?
Los tres son imprescindibles para la buena ejecución de un negocio. Toda empresa requiere de las cualidades de cada uno, arte, finanzas, ventas, liderazgo, planificación, pasión por el producto, servicio al cliente, etc.
Si te enfocas solamente en uno, cometerás en el error garrafal de crear un trabajo y no un negocio. El artista requiere del vendedor, el vendedor del líder y el líder del artista, y así sucesivamente. La fórmula ideal, es ver cada uno como un ciclo y no como procesos independientes, necesitas los tres.
Crear, vender y organizar, esto es lo que permitirá que tu negocio despegue, crezca, tenga éxito y prospere. Si hoy tienes un negocio que está estancado es porque probablemente seas un artista y no un vendedor o que seas un vendedor y te haga falta contratar un artista y un líder.
Cuando veas cuál de ellos eres tú, sabrás cuál debes desarrollar o contratar, dependiendo del caso.