Naval Ravikant dice lo siguiente: Nuestros deseos son un contrato que hacemos con nosotros mismos de ser infelices hasta lograrlos.
Esta es una frase profunda que puede cambiar tu perspectiva.
Queremos ser felices ¿Correcto? Pero también tenemos deseos de crecer financieramente, viajar a algún lugar, comenzar un negocio, comprarnos un auto nuevo, lograr un ascenso, conseguir una pareja, tener una familia y mil cosas más.
Entonces nos enfrentamos a este dilema: Queremos ser felices pero nuestros deseos y ambiciones nos mantienen infelices.
Ser una persona sin deseos y aspiraciones no es algo que nos haga felices.
Ser una persona con deseos y aspiraciones nos hace infelices (Hasta lograrlos, durante por dos semanas a dos meses, nos sentimos felices por haberlo logrado, solo para volver a sentirnos vacíos al querer algo más grande, mejor, más nuevo, etc.)
Hay dos conceptos que me permitieron resolver este dilema:
¿Qué vamos a ver?
Concepto #1: The Gap and The Gain
Gap = disparidad
Gain = ganancia
Este concepto, creado por Dan Sullivan dice lo siguiente:
Existe una disparidad entre donde estamos hoy y donde deseamos estar (sueños y metas).
Esta disparidad nos trae sentimientos como infelicidad, frustración, rabia, ansiedad, ira e inclusive depresión.
Por otro lado, existe también una disparidad entre donde estamos hoy y donde estábamos en el pasado.
A esta disparidad se le llama ganancia:
Esta también disparidad, ahora llamada ganancia, muestra que tanto avanzaste, creciste y mejoraste.
A lo mejor no lograste exactamente lo que querías lograr, pero el proceso de intentar llegar ahí te ha hecho una mejor persona.
Mi hijo Benjamin hace un tiempo comenzó un canal de YouTube para contar historias de corredores famosos (y no tan famosos) de la Fórmula 1 (Se llama Ben’s f1 Garage en inglés y español). Su proyección de crecimiento a los 3 meses estaba mucho más baja de lo que él esperaba. Había logrado 300 seguidores y su meta eran 1000.
Estaba lleno de frustración porque estaba mentalmente en el espacio de disparidad.
Este estado emocional de frustración causa un bloqueo y un deseo de rendirse.
Si, por el contrario, el enfoque fuera en la ganancia…
Aunque no había llegado a su meta de 1000 seguidores, su crecimiento fue inmenso. Entre muchas cosas logró:
- Aprender a configurar un canal en YouTube.
- Aprender a editar gráficos en Canva.
- Aprender a escribir scripts para los videos que fueran atractivos (Storytelling).
- Aprender a escribir títulos que llamen la atención.
- Aprender a editar portadas llamativas para los videos.
- Aprender a editar videos en Adobe Premiere Pro.
- Pasar de 0 seguidores a 300 seguidores.
- Aprender cómo manejar emocionalmente comentarios negativos.
- Y muchas cosas más…
Lo que aprendió en 3 meses fue gigantesco. Ningún curso, libro o Universidad pudiera haberle dado esa experiencia y aprendizaje.
Sin embargo, si permanecía en la disparidad no podía verlo.
Al moverse a la ganancia transformaba sus emociones de frustración e ira en emociones mucho más poderosas como el agradecimiento y la felicidad.
Y no solo eso, sino que al reconocer las habilidades que había desarrollado (diseño gráfico, edición de videos y escritura de guiones de video), decidió comenzar un negocio de creación de videos que hoy le genera más de $1,000 USD al mes.
¿Por qué se le ocurrió comenzar un negocio para aprovechar sus habilidades en vez de mantenerse frustrado porque no había llegado a los 1000 seguidores en YouTube?
Porque nuestra mente es mil veces más creativa cuando está en el espacio de agradecimiento y felicidad que cuando está en frustración e ira.
Ahora bien, ¿Debemos estar siempre en el espacio de la “ganancia”?
No.
Es importante destacar que la frustración que ocurre cuando te encuentras en la disparidad también puede ser una fuente de energía. Muchas veces la frustración nos mueve hacia adelante para salirnos de un estado en que no queremos estar.
Una persona frustrada porque no tiene dinero en su cuenta para pagar una buena escuela para sus hijos, puede sacar energía de esa frustración para conseguir otro trabajo y pagarles una mejor educación.
Sin embargo, estar todo el tiempo en el espacio de la disparidad nos mantiene en una constante infelicidad con la esperanza de ser felices solo al lograr lo que nos proponemos.
¿Cuál es el secreto?
Poder moverte de la disparidad a la ganancia, y viceversa, de forma constante.
Una hora puedo estar frustrado por no lograr mis metas del mes, y 15 minutos más tarde puedo enfocarme en la ganancia y reconocer todo lo que he alcanzado hasta el momento.
Puedo controlar mis estados emocionales si controlo en dónde me enfoco.
Concepto #2: Enamorarte del camino
Si la frase de Naval que dice que nuestros deseos son un contrato que hacemos con nosotros mismos de ser infelices hasta lograrlos, fuera cierta, creo que el secreto está en enamorarse del camino.
Esto también requiere un cambio de perspectiva.
El lugar más difícil que he tratado de aplicar esto es en los ejercicios.
En varias ocasiones me puse la meta de correr un medio maratón (deseo) y todo el proceso de entrenamiento para llegar ahí fue miserable.
Literalmente fui infeliz en cada entrenamiento. Todo mi enfoque estaba en el dolor y cansancio que estaba enfrentando. Cada día de entrenamiento estaba amargado antes de comenzar (y feliz al terminarlo).
Hasta que descubrí una mejor manera.
¿Qué tal si me enamoro de correr? ¿Qué tal si en vez de enfocarme en cuánto me falta, en el tiempo, en el paso, etc… me enfocada en lo hermoso que tenía a mi alrededor, en la capacidad que tenía de hacer ejercicio, en el aire limpio que estaba respirando, en el regalo del sol que me calentaba los huesos, etc?
¿Qué tal si apreciaba la vista y la naturaleza que tenía al frente? Y pude apreciar cosas como esta foto que tomé el mismo día que escribí este artículo en Greenville, Carolina del Sur:
Utilicé el ejemplo de los ejercicios porque explica de forma muy práctica el concepto de enamorarte del camino, porque el dolor es físico y real.
Pero esto es extrapolable a otras áreas de nuestra vida.
¿Qué tal si en vez de enfocarte solo en la meta/sueño, te enfocas en cómo disfrutar el camino? ¿Cómo te enamoras del mismo?
En vez de pensar sólo en el tiempo del medio maratón, ¿Qué tal enamorarse de ser un corredor?
En vez de pensar sólo en llevar tu negocio a facturar 1 millón de dólares, ¿Qué tal enamorarse de ser emprendedor?
En vez de pensar sólo en tu próximo ascenso, ¿Qué tal enamorarse de tu trabajo (o al menos un aspecto de este)?
En vez de pensar sólo en la cantidad de libros que vas a leer, ¿Qué tal enamorarse de la lectura?
Aunque es más fácil decirlo que sentirlo, esta nueva perspectiva cambia tu vida.
Creo que el secreto de éxito es despertarte cada día emocionado por lo que tienes planeado para hacer y por las personas que vas a ver.
Es probable, que ya muchos estemos ahí, simplemente no lo estemos viendo.